miércoles, 4 de marzo de 2015

MAT, linea de interconexión eléctrica


El pasado 20 de febrero se inauguró la linea de muy alta tensión (MAT) que conecta eléctricamente Francia y España por Santa Llogaia, cerca de Figueres y Baixas, próximo a Perpiñán. El acto oficial de la puesta en marcha de la línea eléctrica se celebró por la mañana en Montesquieu-des-Albères, a las afueras de Perpiñán, presidido por el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y el primer ministro francés, Manuel Valls. Al mediodía se celebró un almuerzo al otro lado de la frontera, en Perelada, al que también asistió el presidente de la Generalitat, Artur Mas.


En la fotografía se puede ver al comisario europeo de Cambio Climático y Energía, Miguel Arias Cañete; el primer ministro francés, Manuel Valls, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la inauguración de la interconexión eléctrica en Montesquieu-des-Albères (Pirineos Orientales, Francia). Al acto también asistieron José Folgado y Dominique Maillard, presidentes de Red Eléctrica de España (REE) y de Réseau de Transport d’Électricité (RTE), respectivamente.

INELFE (INterconexión ELéctrica Francia-España) es una sociedad mixta, constituida el 1 de octubre del 2008 a partes iguales por las empresas gestoras de la red de transporte eléctrico de España y de Francia, REE (Red Eléctrica de España) y RTE (Réseau Transport d’Électricité).

Casi veinte años después de iniciarse los trabajos, la línea de 400 kilovoltios entre Santa Llogaia y Bescanó ya está finalizada. La construcción de la MAT ha sido difícil. A la complejidad de poner de acuerdo a las administraciones se le sumaron las quejas de los municipios afectados y las plataformas antiMAT. Desde Inelfe celebran que se haya conseguido un gran consenso, al lograr que el 98,7% de los 411 propietarios de fincas por las que pasaba la línea hayan firmado el acuerdo de indemnización.


En esta fotografía se puede ver la MAT entre Palol de Revardit y Medinyà, en Girona.


En esta fotografía se puede ver la subestación eléctrica de la MAT a su paso por Bescanó.

En octubre de 2011 entró en funcionamiento la parte aérea de la MAT, desde Sentmenat (Barcelona) hasta Bescanó (Girona).

Ahora la nueva infraestructura eléctrica subterránea, con una longitud de 64,5 kilómetros totalmente soterrados, ha supuesto una inversión de 700 millones de euros y duplicará la capacidad de interconexión de España con Francia, pasando de 1.400 megavatios a 2.800. Este proyecto simboliza los tres ejes de la política energética europea, dado que contribuye a aumentar la seguridad del suministro de electricidad en Europa, a la lucha contra el cambio climático y al desarrollo del mercado único europeo de la electricidad.


La interconexión entre España y Francia, que entrará en operación comercial en junio tras el actual período de pruebas, permite duplicar la capacidad de intercambio de electricidad entre los dos países, reforzar la seguridad del suministro eléctrico y una mayor integración de las energías renovables en el sistema eléctrico europeo. En el ámbito local, garantiza el suministro a las comarcas de Gerona y del Rosellón y permite dotar de la energía necesaria al tren de alta velocidad en el tramo Barcelona-Perpiñán.


De los citados 700 millones de euros de inversión, el proyecto ha recibido una subvención de 225 millones de la Unión Europea en el marco del programa EEPR (European Energy Programme for Recovery). Además, cuenta con la financiación del Banco Europeo de Inversiones a través de un préstamo de 350 millones de euros concedido a REE y a RTE.


Los 64,5 kilómetros de longitud de la línea enlazan los municipios de Santa Llogaia, cerca de Figueras (Gerona), con la localidad de Baixas, próxima a Perpiñán. El trazado es totalmente soterrado mediante una zanja de hormigón, excepto el tramo que cruza los Pirineos que se realiza a través de un túnel de 8,5 kilómetros que transcurre paralelo a la línea ferroviaria de alta velocidad.


Esta nueva interconexión eléctrica entre Francia y España representa la consecución de diferentes hitos tecnológicos en el ámbito mundial, ya que es la primera vez que se realiza una interconexión subterránea de esta longitud a un nivel de potencia de 2.000 megavatios. Asimismo, se ha desarrollado un nuevo tipo de cables para transportar niveles de tensión de 320 kilovoltios en corriente continua. El desarrollo tecnológico también ha alcanzado a las estaciones conversoras que se han construido en cada extremo de la línea y que son únicas en el mundo tanto por su tecnología como por la capacidad de invertir el sentido de los intercambios de energía entre España y Francia en tan solo 50 milisegundos.


En este proyecto, han participado más de 500 empresas, entre las que cabe destacar Prysmian, encargada de la fabricación del cable, y Siemens, que ha construido las dos estaciones conversoras, una a cada extremo de la línea. La perforación del túnel a través de los Pirineos ha corrido a cargo de un consorcio empresarial liderado por las compañías Eiffage TP y Dragados, y la obra civil ha sido realizada por otro, formado por Ferrovial y Thépault. Para el trazado, de 65 kilómetros, Prysmian ha fabricado 252 kilómetros de cable, ya que la interconexión se compone de cuatro cables (dos por enlace).


La tuneladora "Albera" que se encargó de perforar el túnel transfronterizo de la MAT desde la parte catalana, la construyó la empresa alemana Herrenknecht, y la entregó en diciembre de 2011. La Albera llegó desmontada a La Jonquera (Girona) en marzo del año 2012 con su cabezal de corte de cuatro metros de diámetro y una longitud de once metros y medio. Para introducir la tuneladora se excavaron 40 metros de galería.


La Albera fue diseñada para excavar sobre diferentes superficies (roca dura, zonas de fallas y terrenos blandos). La máquina tiene una rueda de corte con un diámetro exterior de 4,3 metros. Toda la tuneladora, en conjunto, mide una longitud de 308 metros. La tuneladora comenzó a perforar el túnel transfronterizo junto con su gemela francesa, que se bautizó como "Canigó" y perforará desde el otro lado. Las bocas del túnel se encuentran en la Jonquera (en la parte catalana) y Montesquiu (en la parte francesa).


El tramo de la interconexión abarca 65 kilómetros. Comienza en la subestación de Santa Llogaia d'Àlguema (Girona) y se extiende hasta Baixas (cerca de Perpiñán). Hasta este punto del Alt Empordà, la línea de 400 kV es aérea, es decir, pasa por torres- y en corriente alterna. Una vez se adentra hacia el subsuelo, sin embargo, tiene que convertir la corriente de alterna en continua, para ahorrar costes de construcción y mantenimiento y rebajar la tensión hasta 320 kV.


A lo largo de más de 50 kilómetros del tramo transfronterizo el cableado pasa soterrado a través de una zanja de hormigón. En la parte catalana, la zanja se ha hecho bajo caminos ya existentes, que pasan paralelos a las dos grandes infraestructuras del Empordà (el TAV y la autopista AP-7). Cuando la MAT llega a los Pirineos, los 320 kV cruzan la frontera mediante el túnel paralelo al de la alta velocidad.


Aquí se puede ver la tuneladora "Albera" en la fábrica de Herrenknecht.

De los 8,5 kilómetros de túnel, sólo 1,1 se encuentran en el Alt Empordà y el resto, ya en territorio francés. El túnel tiene un diámetro de 3 metros y medio y es de uso exclusivo para los cables del enlace, ya que la instalación no se utilizará para otros servicios. Además, una vez entre en funcionamiento la interconexión, el túnel se cerrará al tráfico de personas y todo el mantenimiento se realizará de forma mecanizada.

Los túneles están protegidos con detectores de CO y NO fabricados por Duran Electrónica y por anemómetros, cable de detección lineal y sensores de temperatura y humedad, distribuidos por la misma empresa.


En cuanto a la obra de la zanja, en total, la zanja de la MAT hace unos 3 metros de ancho por 1,5 de profundidad, y en su interior discurren dos cables paralelos (uno de ida y otro de vuelta).

En la excavación han tomado parte un centenar de operarios y se han tenido que hacer hasta 37 perforaciones (22 de las cuales, en la banda ampurdanesa) para evitar obstáculos geográficos, tales como taludes. La obra de la zanja no se hizo secuencial, sino que se fue haciendo por tramos que luego se conectaban entre ellos.


Para evitar el impacto de la obra, la estrategia que se utilizó fue la siguiente. Se abría un tramo de zanja, se colocaba hormigón y los tubos por donde debían pasar los cables de la MAT y, después, se volvía a recubrir todo con tierra. Sólo se dejaban abiertas algunas cámaras (en el Alt Empordà hay diecinueve) para que después los operarios pasaran el cable que se ha fabricado en Francia y que llegaba al lugar en unas inmensas bobinas de 80 toneladas cada una.

Cada bobina de cable, de aproximadamente 1.800 metros, pesa 80 toneladas y requiere un camión diseñado especialmente que tarda unos 15 días en hacer el transporte.


La interconexión con este cable es única en el mundo, ya que es la primera vez que se puede hacer un recorrido tan largo con tan pocos enlaces entre los diferentes tramos de cableado. Este fue, precisamente, uno de los requerimientos de Inelfe a la hora de adjudicar la fabricación del cable. El objetivo era reducir al máximo el número de enlaces porque son los puntos más débiles del cableado, allí donde puede haber pérdidas importantes de potencia. Era necesario, pues, que los tramos de cable fueran cuanto más largos mejor. Ahora se llega a unas longitudes de cable de 1.800 o 2.000 metros, pero se pensaba que de media sería la mitad.


En total, el soterramiento requirió la construcción de 19 enlaces al lado español, tres en el túnel transfronterizo, y 15 en Francia. Todo ello para acabar conectando 65 kilómetros por donde pasan cuatro cables (dos de ida y dos de vuelta), con 270 kilómetros de cableado en total. Todo esto supone unas 150 bobinas.

El origen de esta innovación se encuentra en la sede de Prysmian, en la localidad de Gröna, Francia. Esta compañía fabrica al año más de 30.000 kilómetros de cables de diferentes características, según datos del 2013. Hacer este nuevo cable obligó a la empresa a ampliar la superficie de su fábrica, mejorar la maquinaria, experimentar con bobinas más grandes (pasando de 40 toneladas de cable y bobina a 80 toneladas), reforzar el suelo para soportar su peso, y traer nuevos camiones que fueran capaces de transportar y descargar adecuadamente el producto.


El proceso de fabricación de una sola bobina dura aproximadamente unos tres meses. Comienza con la formación de un eje de seis sectores de hilos de cobre para conducir la energía, que a continuación se cubre con una capa gruesa de material aislante. Una vez finalizada esta fase, este corazón del cable se pasa entre 50 y 60 días en un horno de entre 80 y 90 grados, un proceso obligatorio para eliminar gases que se forman en el aislamiento, y que potencialmente podrían reducir la vida funcional del cable, que es de unos 40 años.


En las últimas etapas se cubre este corazón aislado con una placa de aluminio y posteriormente con una capa negra de polietileno. Todo ello acaba formando un cable de unos 10 centímetros de diámetro, del que cada metro pesa unos 34 kilos. Este termina enrollado en unas bobinas que permiten llevar entre 1.800 y 2.000 metros de cable y que pesan unas 80 toneladas cada una.

Después de pasar por un periodo de pruebas eléctricas, cada bobina se transporta con un camión especial de entre 35 y 37 metros de longitud, con 5 ejes frontales y 4 detrás que incorporan un sistema que también permite descargar el producto sin necesidad de utilizar una grúa. Estos tardan aproximadamente unos 15 días desde la salida de la fábrica hasta llegar al punto donde se debe colocar.

Desde Inelfe y Prysmian destacan que esta tecnología es totalmente innovadora en el sector y que nunca antes se había hecho un cable subterráneo con aislamiento de estas características. A día de hoy, además de utilizarlo en la interconexión de España con Francia, también se quiere utilizar para una interconexión de Francia con Italia y también en el Canal de la Mancha.

En 2012, se fabricaron 103 kilómetros del cable de la interconexión, el 2013 157 y durante 2014 se terminaron de hacer los 10 restantes.

Tanto en Santa Llogaia como Baixas, las dos estaciones tienen cuatro edificios. En los dos principales están los módulos de potencia que se encargan de pasar la corriente a alterna, siete transformadores de más de 250 toneladas cada uno y un sistema para enfriar el aire. En los dos edificios restantes, más pequeños, se han situado los sistemas de control.

Estas estaciones utilizan la tecnología HVDC Plus.





Interior de la estación de Baixas, con los convertidores de Siemens.


Llegada de un transformador a santa Llogaia.

Red Eléctrica de España nació en 1985 y es la empresa responsable de la operación del sistema eléctrico y del transporte de energía eléctrica en alta tensión en España. Estas funciones convierten a la compañía en la pieza clave del proceso del suministro eléctrico y consolidan su posición como TSO español (Transmission System Operator).

La misión de Red Eléctrica es asegurar el funcionamiento global del sistema eléctrico, garantizando en todo momento la calidad y seguridad del suministro. Para ello, opera el sistema en tiempo real, manteniendo en constante equilibrio la generación y el consumo eléctrico de nuestro país, todos los días del año, las 24 horas del día.

Además, como transportista y gestor de la red de transporte, tiene la responsabilidad de desarrollar, ampliar y mantener las infraestructuras eléctricas de alta tensión bajo criterios homogéneos y coherentes. Es propietaria de una extensa red mallada, de más de 42.000 kilómetros de longitud, con excelentes indicadores de calidad del servicio.

Red Eléctrica desempeña estas funciones tanto en el sistema eléctrico peninsular como en los sistemas no peninsulares, con el fin de proporcionar al conjunto de la sociedad un servicio eléctrico seguro, eficiente y sostenible.

RTE, como operador de la red de transporte de electricidad de alta y muy alta tensión, canaliza la electricidad entre los productores de electricidad (franceses y europeos) y los consumidores, ya sean estos distribuidores de electricidad o empresas directamente conectadas a la red de transporte. La misión de RTE es garantizar a todos sus clientes el acceso a una energía eléctrica barata, segura y limpia.

Gracias a su experiencia y conocimientos técnicos, tanto respecto a las infraestructuras como en el ámbito de flujos eléctricos y de organización del mercado de la electricidad, RTE contribuye todos los días a la aplicación de la política europea de energía y a la puesta en práctica de la transición energética.

Con 105.000 kilómetros de líneas de entre 63 y 400 kilovoltios y 48 líneas transfronterizas, la red gestionada por RTE es la más importante de Europa. RTE tiene una plantilla de 8.500 empleados.

La interconexión eléctrica entre España y Francia es un proyecto declarado de interés europeo en función del acuerdo que el 27 de junio del 2008 pactaron los gobiernos de los dos países, en Zaragoza. La ejecución del proyecto es responsabilidad de Inelfe, la sociedad constituida por las empresas Red Eléctrica de España (REE) y Réseau de Transport d’Électricité (RTE).

Entre los principales objetivos de la línea se encuentra el aumento de la seguridad, la estabilidad y la calidad del sistema eléctrico de los respectivos territorios. La línea favorecerá el intercambio energético entre los dos países, siguiendo, de esta manera, las directrices de la Unión Europea (UE) de aumentar la capacidad comercial entre sus países miembros. Así, permitirá duplicar la capacidad de intercambio pasando de 1.400 a 2.800 megavatios, o lo que es lo mismo, del 3 % actual de la demanda al 6 %. Además, mejorará la calidad del suministro de las poblaciones del Roussillon y del Empordà y garantizará el suministro eléctrico necesario para el correcto funcionamiento del tren de alta velocidad en el lado español.

En el futuro, la interconexión también permitirá el aprovechamiento y consumo de la electricidad procedente de energías renovables, principalmente la energía eólica. De esta manera, se contribuirá al objetivo marcado por la UE para que en el año 2020 el 20 % del consumo de energía sea renovable.

La interconexión eléctrica tiene la particularidad de ser de corriente continua, mientras que las redes española y francesa son de corriente alterna. Por ello, ha sido necesario construir dos estaciones conversoras, una en cada extremo del trazado, situadas en Baixas y Santa Llogaia, con el fin de transformar la corriente eléctrica alterna en continua y así enlazar la interconexión con el resto de la red española y francesa. Cada estación va a contar con más de 5.400 módulos de potencia, que son los encargados de la conversión de corriente alterna a continua. La construcción y el desarrollo de las estaciones conversoras ha sido realizado por la empresa Siemens. Para todo ello, Inelfe ha escogido la tecnología más avanzada que existe en la actualidad y que ya supone un foco de atracción para numerosos expertos de todo el mundo, por las ventajas que comporta para la gestión de la red eléctrica.

El trazado de la interconexión eléctrica es soterrado a través de un sistema de zanja, excepto en el tramo que cruza los Pirineos por el macizo de la Albera, que es a través de un túnel. Se trata de una zanja con un cajón de hormigón por el que transcurren los cables soterrados. En total, se han instalado 250 kilómetros de cable, ya que la interconexión se compone de cuatro cables, dos por enlace. Estos cables transportarán de un lado a otro de la frontera 2.000 megavatios de corriente continua a 320 kilovoltios, lo que supone un récord absoluto entre las interconexiones subterráneas para corriente continua.

En la parte española, la línea cruza el Empordà por los términos municipales de Santa Llogaia, Vilafant, Figueres, Llers, Pont de Molins, Cabanes, Biure, Capmany, Darnius, Agullana y La Jonquera. En su mayor parte, el trazado es paralelo a la autopista AP-7 y al tren de alta velocidad.

El trazado de la parte francesa pasa por las localidades de Baixas, Baho, Villeneuvela-Rivière, Le Soler, Toulouges, Canohès, Ponteilla, Trouillas, Villemolaque, Banyuls dels Aspres y Tresserre, y sigue en la mayor parte el trazado del tren de alta velocidad hasta la entrada del túnel, en Montesquieu des Albères. Después, el túnel pasa bajo los municipios de Le Boulou, Les Cluses y Le
Perthus.

La interconexión eléctrica cruza los Pirineos por un túnel de 8,5 kilómetros de longitud y 3,5 metros de diámetro. Del trazado total, 7,5 kilómetros transcurren en territorio francés y 1 kilómetro en territorio español. El túnel circula paralelo al túnel del tren de alta velocidad y, como este, tiene su entrada y salida en los términos municipales de La Jonquera, en España y Montesquieu des Albères, en Francia. Para su construcción se utilizaron dos tuneladoras, diseñadas y fabricadas especialmente para este proyecto, Alberes en el lado español y Canigó en el lado francés, que iniciaron los trabajos de perforación en febrero y octubre del 2012, respectivamente.

Esta nueva interconexión eléctrica entre Francia y España representa un hito, ya que es la primera vez que en Europa se utiliza en un enlace eléctrico de esta potencia la tecnología VSC (voltage source converter). Se trata de una tecnología con capacidad para convertir de manera rápida la corriente alterna en corriente continua. La ventaja de esta corriente continua es que permite realizar conexiones subterráneas de gran longitud, como esta de 64,5 kilómetros que une España y Francia.

Además de la longitud de la línea subterránea, la tecnología escogida también representa una gran innovación en la fabricación de los cables y de las estaciones conversoras a estos niveles de tensión y de potencia.

En la actualidad la península Ibérica tiene uno de los niveles de interconexión mas bajos de la Unión Europea. Solo puede importar o exportar una proporción muy pequeña de energía, limitando así las posibilidades de ayudar o recibir ayuda en caso de un incidente eléctrico. España aumentara un 7% su interconexión eléctrica con Europa en el 2020 con los proyectos de los Pirineos y del Golfo de Vizcaya, para cumplir así con el objetivo del 10% establecido por el Consejo Europeo celebrado en el  2002 en Barcelona.


Segun REE, reforzar esta unión con el sistema europeo, 10 veces superior al español, es la inversión mas importante que debe realizarse en los próximos años.


En la frontera con Francia las lineas existentes y sus potencias son: Arkaie-Argia (220 Kv), Hernani-Argia (400 Kv) / Biescas-Pragneres (220 Kv) Vic-Baixas (400 Kv).

En el año 2012 esta capacidad de intercambio era de 1.400 MW. se pretende aumentar la misma hasta los 2.800 MW en el 2014 y hasta 4.000 MW para el 2020.


En la frontera con Portugal existen 7 lineas, con una capacidad de intercambio de aproximadamente 2.400 MW, estando prevista una capacidad de intercambio de 3.000 MW para 2015.


En la conexión con Marruecos existen dos cables submarinos con una potencia de interconexión de 800 MW, que representan el principal nexo de unión entre Europa y África.


Endesa ha terminado, a principios de marzo, las obras para reforzar el suministro a la zona centro de la provincia de Girona con la energía de la Muy Alta Tensión (MAT). La eléctrica ha invertido 7,9 millones de euros para extender una segunda línea de 132 kV que sale desde la subestación de Bescanó y llega hasta Salt. En total, su trazado tiene diez kilómetros, de los que casi la mitad pasan soterrados.

El responsable de alta tensión de Endesa en la Catalunya Oriental, Francisco López, concreta que la entrada en servicio de la línea permite que la red tenga capacidad de respuesta ante una situación de contingencia. En total, Endesa ha invertido 24,2 millones de euros para levantar todo el parque eléctrico que cuelga de la subestación de 400kV en Bescanó.

La subestación de Endesa en Bescanó se encuentra justo al lado de la de Red Eléctrica. Recibe la energía de la MAT y rebaja la tensión de 400 kV hasta los 132, para poder distribuir en la red que llega hasta los hogares de Girona. Endesa puso en marcha la subestación en 2011, poco tiempo después de que se inaugurara el tramo aéreo de la MAT entre Sentmenat y Bescanó. Desde Bescanó, Endesa vierte energía a la red que se extiende por la zona centro de la demarcación (Gironès, Garrotxa y una parte de la Selva). Uno de los puntos neurálgicos de este suministro es la subestación que la eléctrica tiene en Salt (Gironès).

Hasta ahora, la subestación de Salt sólo estaba conectada con la de Bescanó a través de una línea de 132 kV. Ahora, sin embargo, para reforzar el servicio -y prevenir posibles situaciones de contingencia- Endesa ha levantado una segunda línea de alta tensión entre estos dos puntos. Esta línea ha supuesto una inversión de 7,9 millones de euros, se ha construido durante los últimos tres años y casi la mitad de su trazado se ha enterrado. En total, tiene diez kilómetros de doble circuito, de los que 5,5 son aéreos y creen los términos de Bescanó y Sant Gregori.

Los 4,5 kilómetros de cableado restantes, los que pasan por debajo zona urbana, se han enterrado. La línea se adentra en el subsuelo justo después de cruzar el río Ter, y la compañía ya ha colocado espirales salvapájaros en el punto donde los 132 kV se entierran, para evitar que las aves se electrocuta. El tramo aéreo de esta segunda línea de alta tensión sigue el trazado de la antigua línea Olot-Salt, que se ha desmontado. Además, para integrar más las torres al paisaje, Endesa las pinta de color verde oscuro, para que no resalten en el paisaje montañoso.

El responsable de alta tensión de Endesa de la Cataluña Oriental, Francisco López, explica que esta segunda línea de 132 kV era necesaria. "El trasvase de energía procedente de la MAT en este punto es tan grande que hemos tenido que reforzar las instalaciones", indica López. El portavoz de Endesa también asegura que la nueva línea "permitirá que podamos dar una mejor respuesta a situaciones de contingencia, como una nevada, para que nuestra red de alta tensión estará más mallada y tendrá más capacidad".

Con la puesta en servicio de esta nueva línea, Endesa cierra el proyecto vinculado a la subestación de la MAT en Bescanó. En total, aquí la compañía ha invertido 24,2 millones de euros para levantar todo su parque eléctrico vinculado a 400 kV, que comprende tanto la subestación que rebaja la corriente a 132 kV como las líneas que salen.

Aparte de las dos líneas que ahora conectan con la subestación de Salt, también hay otra que va hacia Olot. Además, desde Bescanó, Endesa también suministra directamente alta tensión en la textil Antex de Anglés (Selva) y a una decena de empresas del Vall del Llèmena (en este caso, sin embargo, a 25 kV).

Después de cerrar la obra que rodea la MAT en Bescanó, Endesa no ha terminado todos los proyectos vinculados con los 400 kV en el territorio. De hecho, todavía le quedan hacer dos subestaciones más. La primera se situará en Santa Llogaia d'Àlguema, justo donde comienza la interconexión, y permitirá reforzar el servicio en el Alt Empordà. La construcción de esta subestación, desde donde saldrán cinco líneas, se encuentra pendiente de trámites municipales para poder obtener la licencia de obras. Se prevé que los trabajos duren unos dos años. Endesa, a la espera de recibir el visto bueno del Ayuntamiento, ya ha encargado el transformador para la nueva subestación.

La tercera subestación de Endesa que pende de la MAT se ha previsto en Riudarenes (Selva). Esta es la que más atrasada y que se encuentra todavía en fase de anteproyecto.




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