viernes, 5 de febrero de 2010

Almacén de combustible nuclear gastado de Simpevarp (Suecia)

La empresa sueca SKB, es la encargada de gestionar los residuos radiactivos y nucleares en su país. Para ello utiliza distintas instalaciones para almacenarlos. El combustible nuclear pasa cinco años dentro del reactor antes de ser renovado por nuevas barras. Debido a que es altamente radiactivo y está muy caliente se le deposita en grandes depósitos de agua, conocidos como piscinas, situados en las mismas centrales nucleares, que actúan como refrigerante y escudo contra la radiación.

Después de un año, el combustible gastado es transferido a unas instalaciones conocidas como CLAB, que es el almacen central de almacenamiento provisional, situado en la península de Simpevarp cerca de la central nuclear de Oskarshamn.

Esquema que muestra el flujo de residuos radiactivos en Suecia.

En la actualidad la empresa SKB, además del CLAB gestiona el almacén de residuos de vida corta de Forsmark (SFR) construido en 1988. Allí van a parar la ropa de protección usada, los filtros de agua del reactor y las piezas de recambio sustituidas en las centrales nucleares. Los residuos se depositan en túneles excavados en la roca, envasados en recipientes metálicos o de hormigón, a 50 metros por debajo del lecho del Mar Báltico.

En Forsmark también se depositan residuos de baja y media actividad provenientes de centros de salud, de la industria y de centros de investigación. Estos residuos se tratan y se envasan previamente en el centro de investigación de Studsvik, y representan un volumen de entre 10 y 20 metros cúbicos cada año.

En el futuro también será necesario manejar la chatarra y escombros procedentes del desmantelamiento de las centrales nucleares fuera de servicio. Para ello se prevé la ampliación del SFR para el 2020. En total el almacén tendrá una capacidad de almacenamiento de residuos de 200.000 metros cúbicos. En este almacén nuclear trabajan unas 20 personas de forma permanente.

Almacén de combustible nuclear gastado de Simpevarp.

En el almacén temporal CLAB el combustible nuclear gastado se deposita en dos módulos excavados en la roca a 30 metros de profundidad. Se mantiene dentro de depósitos de agua que confina la radiactividad y enfría el combustible caliente. Tras un periodo de 30 a 40 años, la radiactividad y la generación de calor disminuyen sensiblemente, haciéndose más fácil de manejar el combustible en el depósito definitivo.

Diagrama que muestra el interior del almacén de Simpevarp.

Hoy en día, se almacenan aproximadamente 5.000 toneladas de combustible nuclear gastado en las instalaciones del CLAB. Todas estas operaciones hacen con una constante supervisión y control. La instalación se ha ampliado en el cambio de siglo y ahora tiene una capacidad total de 8.000 toneladas.

Descarga de un contenedor de combustible gastado desde el barco especializado M / S Sigyn.

La instalación de almacenamiento provisional satisface las necesidades actuales de almacenamiento de residuos, pero no ofrece una solución a largo plazo. Dado que el combustible nuclear gastado debe aislarse durante mucho tiempo, se requiere un depósito que sea seguro, incluso sin supervisión. Por esta razón la empresa SKB tiene planes para construir en Forsmark un depósito definitivo, en donde el combustible gastado se colocará en recipientes especiales de cobre.

El barco especializado en el transporte de residuos radiactivos M / S Sigyn navegando por el Mar Báltico.

El buque M / S Sigyn se construyó a medida para el transporte de residuos radiactivos. Representa un eslabón importante en el sistema sueco de transporte de residuos radiactivos y está servido por dos tripulaciones de 12 personas.

Se trata de un barco Ro-Ro, es decir preparado para la carga y descarga de camiones. La bodega de carga tiene espacio para hasta diez contenedores de combustible nuclear gastado o de otros desechos radiactivos. El buque también puede cargar un cierto número de contenedores estándar con los residuos radiactivos de bajo nivel.

Contenedor de combustible gastado.

Suecia está cooperando activamente para discutir y evaluar programas de residuos, juntamente con otras organizaciones internacionales como la OIEA, la AEN / OCDE, y la CE.

Después del almacenamiento provisional el combustible será transferido a las instalaciones de encapsulación SKB y se colocará en recipientes de cobre impermeable con inserciones de hierro fundido. Los bidones posteriormente serán trasladados al depósito final que SKB tiene previsto construir en Forsmark. El combustible será colocado en una serie de túneles horizontales, a una profundidad de entre 400 y 700 metros en un macizo salino.


Vista aérea del almacén de residuos de vida corta de Forsmark (SFR).

La protección aportada por el envase impermeable de cobre, que contiene el combustible gastado, se complementará con una capa de bentonita que protegerá el recipiente contra la corrosión y los movimientos de las rocas. Si se produce una fractura en un envase, la bentonita impedirá que el agua penetre en el recipiente y la fuga de sustancias radiactivas. La roca salina, junto con la gran profundidad del depósito, aislarán de forma efectiva el combustible gastado de los seres humanos y del medio ambiente.

Diagrama que muestra el conjunto de galerías y silo, en donde se almacenan los residuos en Forsmark.

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