viernes, 11 de enero de 2008

Rentabilidad de un parque eólico

En los paises desarrollados el consumo de energía aumenta sin cesar, entre debates sobre emisiones de CO2 y cambio climático. En los últimos años se ha producido en España un crecimiento espectacular del consumo de electricidad, habiendo pasado de los 172.707 GWh de 1998, a los 239.212 GWh de 2004, lo que supone un incremento del 38,5% en tan sólo seis años. Para poder suministrar estos consumos se han construido centrales térmicas de ciclo combinado, se han instalado muchos aerogeneradores, e incluso, se vuelve a hablar de nuevas centrales nucleares.

Aerogeneradores AWP instalados en Tarifa en 1992.

En el año 2003 el coste de instalación de un MW eólico era de 955.000 euros, con unas máquinas que se espera que tengan una vida media de 20 años.

Transporte de una pala de aerogenerador en un día de lluvia.

En el horizonte cercano del 2011 se tiene previsto que exista una potencia eólica instalada de 13.000 MW, valor que se cree que no debería rebasarse, para no volver inestable la red de transporte de electricidad, aunque algunos piensan que este valor se podría elevar hasta 20.000 MW sin riesgo alguno. Con todo ello se pretende cumplir el objetivo del Libro Blanco de la Comunidad Europea que se plantea producir un 12% de la electricidad consumida mediante energía eólica en el horizonte de 2012.

Transporte especial de una góndola de aerogenerador.

La energía eólica es una fuente de energía renovable que, en virtud de la Ley sobre Conservación de la Energía de 1980 y de los diferentes planes de apoyo a estas fuentes, está subvencionada con fondos públicos. El objetivo de estas ayudas es el de permitir que se desarrolle una tecnología y una industria que serán necesarias en un futuro próximo, marcado por la escasez de otros recursos energéticos, como el petróleo.

Asomado a 80 metros de altura, sobre la cubierta de un aerogenerador.

En mayo de 2007 el Gobierno Central aprobó un Real Decreto que regula la producción de energías renovables y la cogeneración. En cuanto a las primas se refiere, la nueva regulación garantiza un porcentaje medio del 7% a las instalaciones eólicas en el caso de optar por ceder su producción a las compañías distribuidoras, y unas primas de entre el 5% y el 9% si se quiere participar en el mercado de producción de energía eléctrica. Estas primas se han reducido mucho con respecto a ejercicios anteriores, ya que los responsables del Ministerio de Industria consideran que los parques eólicos han sido muy rentables hasta ahora.

Izando el cubo de la hélice de un gran aerogenerador.

En el mercado financiero se vende y se compra de todo, y entre todo esto, parques eólicos. El valor de los mismos se calcula de la forma siguiente. Si se trata de parques en funcionamiento valen más o menos 1,8 millones de euros por MW de potencia instalada si están instalados en una zona de velocidades medias del viento altas (entre 2.500 y 3.000 horas de funcionamiento del parque al año, o sea más o menos un 28 - 34 % de uso) y ubicado en un entorno de tarifas y marco regulatorio favorables como es el español. Si, permaneciendo en Europa, nos referimos a un parque con poco viento (2.000-2.500 horas anuales, 22-28% de uso) ya podemos bajar un poco, quizás yéndonos a los 1,4 millones. Y si nos vamos a EE.UU. o Canadá, países que no están faltos de viento pero con legislaciones menos favorables, el valor puede ser del orden de 1,4 millones, pero no ya de euros, sinó de dólares.

Un viejo molino restaurado junto a un parque eólico navarro.

En el caso de los proyectos, parques que aún no funcionan, pueden valer entre 10.000 euros, los peor ubicados hasta 0,4 millones de euros, los que son más atractivos, maduros y con todos los permisos ya conseguidos. Y en estos últimos, si están con las obras empezadas, el valor es aún superior, porque se añade lo ya invertido.

Trabajando en el interior de un aerogenerador.

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